Desde la Delegación de Misiones de Ourense lamentamos profundamente la pérdida de nuestro hermano Xosé Manuel Piñeiro. Descansa en paz amigo.
"Desde los Festivales de la Canción Misionera de Ourense, tenemos hoy la inmensa tristeza de la pérdida, pero la intima necesidad de recordar y honrar la memoria de nuestro querido Piñeiro.
Estos días, los medios de comunicación, las redes sociales, personajes públicos y personas anónimas realizarán semblanzas laudatorias del Piñeiro presentador, cantante, talentoso periodista, comunicador y artista polifacético.
Nosotros hoy lo queremos recordar como lo que fue para nosotros. Un ser humano sensible, desprovisto de todo ropaje del personaje famoso, cercano, colaborador y sobre todo amigo.
La palabra amigo, a las que muchas veces cuelga el cartel de “se traspasa”, hoy cobra con él un valor íntrinseco y auténtico.
“Nuestro Piñeiro” siempre contestaba a nuestra llamada. Nunca había excusas. Entonces, aparecía vestido de “persona normal y corriente”, modesto, humilde y paciente. Robándole tiempo a sus múltiples ocupaciones, se subía a nuestros escenarios, para cantarle a Aurelio Grande, entonces delegado de misiones - al que tanto apreciaba- aquel tema imperecedero , “A un home grande”.
O formaba parte de nuestros jurados, o ejercía de presentador, o cuando físicamente no podía, mandando un cariñoso mensaje . Todo ello, por supuesto, altruista y generosamente, cuando ya era un artista popularísimo y reconocido en toda Galicia. Porque “nuestro Piñeiro”, siempre recordó de donde venía y nunca olvidó ni se avergonzó de sus comienzos. Su Allariz, sus inicios artísticos en los grupos de teatro, sus festivales misioneros. Siempre defendió a los suyos.
Allá por los años 80, cuando era un joven profesor de la Laboral, presentó una canción, compuesta en letra y música por él y ganó el Festival Juvenil, de aquel año. “Deixemos que a pomba nos fale”, un alegato por la paz, la tolerancia y la fraternidad, se convirtió para nosotros en un himno icónico. Desde ese día ,Xosé Manuel Piñeiro, fue uno de los nuestros.
Confrontaba, te miraba a los ojos, pero no hería. Discrepaba, pero sus argumentos convencían. Se subía al escenario y el Piñeiro ser humano y el Piñeiro artista , te cautivaban.
Hoy , rindiendo cuentas, donde la verdad ya solo es verdad, estará abrazado a Aurelio Grande, para “deixar que a pomba nos fale”."
- Ángel Cid y artistiñas de los festivales