La
principal finalidad de la Obra Pontificia de Infancia Misionera es
colaborar con los educadores para que los niños vayan descubriendo
la universalidad de la fe y, en consecuencia, su dimensión
misionera. La principal enseñanza de Jesús es desvelarnos que todos
somos hijos de Dios y que no hay lugar para la acepción de personas.
Con el lema “Yo soy uno de ellos”, se pretende iniciar a los niños en la certeza de que no hay distinción entre unos y otros, y que, por tanto, no puede haber discriminación entre ellos. Quienes por la
fe y el bautismo se han incorporado a la Iglesia tienen el deber de
vivirlo y hacérselo llegar a quien aún no lo sabe. El que así lo
hace se convierte en un “pequeño misionero
Objetivos
1.
Presentar a los niños la humanidad como una familia donde no hay
distinción de personas, dentro de la diversidad, y descubrirles que
Dios quiere que todos tengamos un mismo corazón.
2.
Despertar en ellos la alegría de reconocerse como “uno más” en
el conjunto de esa humanidad, así como el deseo de colaborar para
que todos los niños tengan las mismas oportunidades.
3.
Suscitar en los niños — ¡y en los mayores!— el deseo de
compartir con los demás, mediante la oración y la ayuda económica,
la alegría de ser “misioneros” de Jesús.
4.
Participar en las actividades que organizan los responsables de
Infancia Misionera tanto a nivel local, como regional y nacional.
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