10/02/2015

TESTIMONIOS MISIONEROS DESDE PERÚ


Blog. parroquiadeparderrubias.wordpress.com. 2/10/2015
 Aurora Outumuro Sierra y Conchita Grande Fernández son dos religiosas ourensanas, siervas de San José y nacidas en la localidad de Parderrubias (A Merca). Tomamos prestado un testimonio precioso que han compartido en el blog de su pueblo natal y que traemos con motivo del comienzo de este mes de las misiones. Gracias especiales a Juan Carlos Sierra.
Religiosas de Parderrubias en Perú. Por Aurora Outumuro Sierra y Conchita Grande Fernández
Aurora Outumuro Sierra y Conchita Grande Fernández, vecinas de Parderrubias, acogemos con gusto la invitación que nos hace Juan Carlos para compartirles algo de lo que ha sido nuestra permanencia en Perú, país que nos acogió con tanto cariño hace ya 54 años, y en el cual nos sentimos orgullosas de vivir y poder compartir la vida con una gente tan hospitalaria.
Yo, Aurora, salí de España en el año 1959 con destino a Cuba, en donde estuve dos años. En 1961 salí rumbo a Lima, capital del Perú, país en el que permanezco hasta el día de hoy. Esos dos años en Cuba han estado marcados por la incertidumbre y el desconcierto. He vivido parte de la transición (Revolución) por la que pasó Cuba. Cuba tenía “todo”, luego “nada”, ni la libertad para poder expresar los sentimientos. Familias que de la noche a la mañana se quedaron sin nada. Fueron años de mucho dolor para el pueblo cubano. Y  junto con ellos, hemos sufrido todos y todas.
Yo, Conchita, desde el mismo año 1961 permanezco aquí en Perú. En aquella época los viajes se hacían eternos, pasábamos casi un mes en un barco, pero al llegar a estas tierras. Las hermanas nos recibían con mucho cariño y mucha alegría, lo que nos ayudó a dejar a un lado la morriña de nuestro pueblo Parderrubias y de nuestra patria.
El Señor nos ha llamado desde muy jóvenes a seguirle de cerca y nos regaló la vocación de “Siervas de San José”. Hicimos el Noviciado en Ourense y enseguida fuimos destinadas a esta tierra.
Catedral de Lima, Perú
Catedral de Lima, Perú
Geográficamente hablando, Perú se divide en tres grandes regiones, muy distintas entre sí en cuanto a costumbres y cultura: la Sierra, la Costa y la Selva. Nosotras hemos trabajado en las tres regiones, pues la Congregación tiene presencia en todas ellas, a través de la Educación, la promoción de la mujer trabajadora pobre y la labor en comunidades indígenas. No hemos coincidido en la misma época en los diferentes lugares, pero no era difícil la comunicación. En cada una de ellas tuvimos que adaptarnos a su ritmo de vida, y cada cual nos ofreció su encanto en sus variadas celebraciones, sobre todo, en su música y folclore. Perú es un pueblo acogedor, hospitalario, festivo,… lleno de colorido en sus fiestas, que nos hace gozar y celebrar de verdad, de verdad.
Yo, Aurora, los años que más recuerdo son los pasados en la selva, años convulsionados, debido al terrorismo tan fuerte, muertes…, muchas muertes inocentes. La gente vivía aterrada y llena de miedo. Acompañamos al pueblo durante estos años difíciles y de dolor. Visitamos a muchas familias, ayudándoles en lo que podíamos para llevarle un poco de consuelo y esperanza.
Nuestro trabajo principal ha sido la enseñanza en los colegios y  la evangelización de los pueblos visitando comunidades, escuchando a la gente, visitando enfermos, presos y ancianos, llevándoles la palabra de Dios, y toda la ayuda posible, según sus necesidades. Todo esto les animaba a sobrellevar tantas cargas familiares que deben afrontar, la pobreza, a veces maltratos, la exclusión, etc. Ante la impotencia que a veces se siente ponemos  todo en manos de Dios, pues es lo mejor que podemos hacer. Él nos sostiene y anima en este proceso de acompañamiento al pueblo. Nos sentimos muy felices de haber podido poner nuestro grano de arena en la construcción del Reino.
Iglesia de San Francisco, Lima, Perú
Iglesia de San Francisco, Lima, Perú
Ahora estamos ya jubiladas y compartimos la misma Comunidad en Lima. Es otro estilo de vida, colaborando en los trabajos de la casa, atendiendo a lo que se presenta y elevando cada día nuestra oración por la realidad de nuestro mundo tan convulsionado por las guerras, la pobreza, etc. Y apoyando a nuestras hermanas que trabajan en Provincias.
Sin olvidarnos en nuestras oraciones de nuestro querido pueblo, Parderrubias, al que le debemos tantas cosas buenas que nos ha enseñado cuando éramos niñas y en los reencuentros cuando visitamos a la familia. A sus vecinos les agradecemos su colaboración solidaria en beneficio de muchos niños del Perú, lo que nos permite continuar con comedores escolares.
Una de las experiencias  bonitas que hemos tenido en estos últimos años fueron las visitas de mi primo Juan Carlos. La primera vez compartimos unas horas en Urcos, Provincia del Cuzco. En la segunda pasamos juntos un día entero en Lima. Gracias Juan Carlos por una visita cariñosa y cercana. Poco tiempo, pero muy emotivo el encuentro. Otra visita, fue la de Pablo a su tía Conchita, también un momento de mucha alegría, pudiendo compartir la vida aquí en nuestra casa, donde todos los que llegan de la Patria son BIENVENIDOS.
Un abrazo fuerte a cada vecino y vecina de Parderrubias.
Aurora Outumuro y Conchita Grande
Laguna de Urcos, Cuzco, Perú

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