Obras
Misionales Pontificias se está preparando para celebrar su próxima
campaña el 26 de Enero, dedicado a la Infancia Misionera. En
la anterior del DOMUND (tal vez la más conocida de las celebradas
por OMP en España), muchos se identificaron con la misión diciendo
en primera persona “Yosoy
DOMUND”.
Por eso nos ha llenado de alegría leer en “Evangelii gaudium”
que también el Papa Francisco, y él el primero entre todos los
católicos, se identifica con la misión y dice con fuerza “Yo soy
misión”.
Aquí
no cabe separar la tarea de la persona que la realiza. Ser uno mismo
misión es vivir sin fractura entre lo que se es y se hace, entre la
tarea y el corazón, entre la contemplación y el compromiso, entre
el amor a Jesús y el amor “al pueblo”.
A
los responsables de la animación misionera, nos ha llenado de
alegría descubrir que el Papa proponela Iglesia misionera como
modelo evangelizador. Una Iglesia que sale de sí para ir al
encuentro de los demás, que no huye de los otros sino que los busca
con amor. El Papa Francisco no nos quiere escuchándonos a nosotros
mismos, sino escuchando a Dios y a los demás. Nos quiere misioneros,
porque -como decía hace poco una misionera-, ellos son “los oídos
de la Iglesia”, y hace mucha falta escuchar al pueblo, saber
cuáles son sus necesidades reales y cuáles las oscuridades de su
vida que necesitan ser iluminadas. Es precioso que Francisco nos
invite a sentir “el gusto espiritual de ser pueblo”.
Para
el Papa, la misión es una pasión. Una doble pasión, por Jesús y
por el pueblo. Y Jesús es “el modelo de esta opción
evangelizadora que nos introduce en el corazón del pueblo”. En
este sentido, el Santo Padre nos invita a evitar la tentación de
querer ser cristianos “manteniendo una prudente distancia de las
llagas del Señor” y subraya que “Jesús quiere que toquemos la
miseria humana”.
Un
misionero no es un “príncipe que mira despectivamente”, sino un
hombre o una mujer del pueblo, uno más del pueblo. Como nos recuerda
el Papa, “no se vive mejor escapando de los demás o encerrado en
la comodidad”.
El
misionero está acostumbrado a un “estilo” que el Papa quiere
para todos los bautizados. Se trata de no aferrarse a las seguridades
económicas o de poder, de no ceder al “pesimismo estéril”
pensando que no hay nada que hacer (porque eso sería ignorar la luz
del Espíritu Santo que alumbra la oscuridad). Un estilo de vida en
el que se superan las sospechas y las actitudes defensivas, no se
escapa de los demás para instalarse en una privacidad cómoda, se
busca la gloria de Dios, y no la propia.
El
misionero invoca a la Reina de las Misiones, porque sabe
que María es la “misionera que se acerca a nosotros para
acompañarnos por la vida”. Pidamos a “Nuestra Señora de la
prontitud” que nos ayude a salir ágiles y alegres al encuentro de
los demás.
Para
leer todas las reflexiones misioneras sobre la Evangelii
gaudium pincha
aquí
0 comentarios :
Publicar un comentario